29 de julio de 2009

Desiderata: Compendio de reglas para ser feliz en la vida

*Por Ricardo José Ferrer

Más actual que que nunca.
Unos dicen que es un Poema cuyo autor es anónimo, que fue encontrada en una pared de la Iglesia Saint Paul, en Baltimore, en el año 1693. Otros que la escribió el abogado y filósofo Max Ehrmann en el año 1927. Cualquiera que haya sido, pués no es a lo que nos vamos a referir, la Desiderata es un compendio de reglas para ser feliz en la vida. Podemos decir que Desiderata es un Poema que nos dice cuales son las cosas que hay que desear, por lo tanto, hay que leerlo con los ojos puestos en el corazón.



Camina plácidamente entre el ruido y las prisas, y recuerda la paz que puede haber en el silencio. Siempre que sea posible, sin rendirte, llévate bien con todas las personas. Dí tu verdad tranquila, claramente y con sinceridad; y escucha a los demás, incluso al torpe, al aburrido o al ignorante; ellos también tienen una historia que contar. Evita a las personas ruidosas y agresivas, pues son molestas al espíritu. Si te comparas con las demás puedes volverte vanidoso o amargado, pués siempre habrá personas peores y mejores que tú. Disfruta de tus logros tanto como de tus planes. Conserva el interés en tu profesión, por humilde que sea; ella es un verdadero tesoro en los turbulentos cambios del tiempo. Se precavido en los negocios, porque el mundo está lleno de trampas. Pero que esto no ciegue tus ojos ante la virtud de existir; hay muchas personas que luchan por altos ideales, y en todas partes la vida está llena de heroísmo. Sé tú mismo. Sobre todo no finjas afectos. Tampoco seas cínico con el amor; porque, ante la aridez y desencanto, el amor, es tan perenne como la hierba. Acepta mansamente el consejo de la edad, y renuncia con elegancia a las cosas de la juventud. Nutre la fortaleza de tu espiritu para que sea tu escudo ante la desgracia inesperada. Pero no te turbes con negras fantasías, no te preocupes. Muchos miedos nacen del cansancio y la soledad. Más allá de una sana disciplina, sé suave y amable contigo mismo. Eres una criatura del Universo, no menos que los árboles y las estrellas; tienes derecho a existir. Y te resulte claro o no, sin duda el Universo marcha tal como debe. Por lo tanto, vive en paz con Dios, no importa como lo concibas. Y sean cuales sean tus afanes y aspiraciones, en la ruidosa confusión de la vida, vive en paz con tu alma con todos sus fraudes, su rutina y sus sueños rotos... este es un mundo hermoso. Sé alegre y... ¡Lucha por ser feliz!

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