Memoria
Ejercicio n 71 -1 de Mayo de 2007 al 30 de Abril de 2008-
Club Universitario de La Plata: semblanza de un presidente a toda velocidad
Su objetivo es el sueño de persistir y crecer, claro que hoy resulta creíble a diferencia del abismo de 2001. “Lo logramos” no se cansa de pronunciar, “sigue existiendo el Club Universitario de La Plata, y con todas sus sedes y aun con más actividades. Ya nadie se plantea enajenar nada. Hay aires de oportunidades, una percepción de que nos apalancamos en el crecimiento” aclara el presidente, Ricardo José Ferrer, respirando satisfecho. En su Estudio Jurídico –pocas veces ha utilizado los despachos del Club- se lucen fotografías de la entrega del gobernador Allende de las tierras de Manuel B. Gonnet, que eran del Swift Golf en las que se lo ve como el más pequeño acompañando a las autoridades que recibían las tierras. Uno, mientras percibe “Club Universitario” en cada rincón de ese estudio jurídico de más de sesenta años. Si este presente que tiene la función de conducción de aquella institución que se ampliaba con otros horizontes de algún modo fue un legado mágico de la mística de los fundadores de aquella entidad que se ampliaba a fines de los años cincuenta con otros horizontes, de algún modo fue un legado mágico de la mística de los fundadores, será para reflexionar en otra ocasión, pero que existe una conexión entre sus objetivos es indudable. Mística que destila motivaciones infinitas y que este hombre destila rutilantemente. Aquellos pioneros argentinos y platenses –Juan Sábato que fue el primer presidente de la entidad y fue el hermano de Ernesto- con seguridad se hubiesen sentido tan anchos y orgullosos de la entrega de este hombre, que refundó el Club, en una importante tarea, similar a la de aquellos humildes y pobres, y recién egresados de la Facultad de ingeniería de la UNLP, que como no tenían acceso al aristocrático de ese entonces que representaba el Jockey Club, crearon un espacio que hoy día, sin fútbol, es una de las entidades más prestigiosas de la Argentina. Su padre lo asoció durante su infancia, cerca de los diez u once años recuerda. Luego al emplazarse las piletas fue de los primeros ayudantes de guardavidas pese a su corta edad, por lo que sin dudas creció y pasó su adolescencia en la entidad de la que vivía cerca; enumera que practicó atletismo, natación, rugby y water polo. Se dispone que el club de su vida y la de sus hijos y su familia, como amigos, continúe a la vanguardia, tal el ideario de Tomás Ide –tutor Néstor Raúl Picado, padre de su esposa, oriundo de Bahía Blanca, en sus tiempos de estudiante en la UNLP, que luego como diputado provincial promovió la cesión al Club de las tierras-, dado que antes funcionaba en la actual Sede Social y Cultural de calle 46 y en el Campo de Deportes del Colegio Nacional. El propósito es que se honre el estatuto y el objetivo social del club multideportivo, con actividades sociales y culturales. Transcurrieron casi ocho años desde aquel duro diciembre de 2001, que inmovilizó a toda la Argentina y alarmó al mundo, que la vio casi implosionar. El Club estaba al borde de la quiebra y desaparición, deudas, balance desaprobado y menos de dos mil socios que pagaban la cuota social. “Eran muchos clubes en un mismo predio, porque entre las distintas disciplinas no había lazos tampoco, que es uno de los principales logros actuales para avanzar unidos, me gusta citar al Martín Fierro para decir que si los hermanos no están unidos se los devoran los de afuera”. Después encima vino el 4 a 1 que se amesetó en un 3 a 1 y continuó la inflación. “El arco lo corren permanentemente –destaca un hombre de antaño como Isidoro Alarcia, citado por Ferrer” de quien dice que tiene la sangre negra y blanca. “Cuando era presidente electo –era latente un proceso de liquidación, la sociedad platense toda lo hablaba en las reuniones sociales- le prometió a su madre no deshonrar la cuna, que seguiría vivo el sueño de quienes como su padre, que fue fundador del Club, que paradójicamente adquirió una sede del Jockey –durante el período conducido por el Dr. Luis Folino-. Y no estaría entre los que bajen la persiana que entonces tenía poca luz, la historia no iba a quedar como que mi padre lo abrió y su hijo lo cerraba”. El Club actualmente está institucionalizado y con gran esfuerzo, dado el antecedente mediato del Jockey, de pié y con miras al porvenir. Hace dos años fue propuesto por los “grandes de la ciudad” –Clubes como Gimnasia, Estudiantes, entre otros- para conducir la Federación de Instituciones Culturales y Deportivas de la región, justamente por su motivada visión de las Instituciones en el Siglo XXI, agrandándose frente a la tendencia de ajuste que hizo desaparecer a muchas o entrar en profundas crisis, tales como Racing, en el entendimiento que los fines societarios que son paraestatales, puesto que el deporte reúne a la familia y su convivencia armónica. La Plata será dentro de poco a su sazón –el proyecto ya cuenta con media sanción legislativa- la “Capital Provincial del Rugby, donde se disputará anualmente la Copa Dardo Rocha en el Estadio Único, organizado por la URBA y las cinco instituciones del deporte local”. Recuerda que se ha sentado para defender y regularizar al Club Universitario y ha ayudado a otros clubes a negociar, buscar esperas, en muchos Juzgados y Tribunales, como también en el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires para evitar que generen más deudas. “Ha recibido todo el apoyo de los Socios, que acompañaron con destreza, valentía e imaginación a las Comisiones Directivas que Presidió, tuvo siempre sus plazas ocupadas por valientes, sin perjuicio de ser pocos –por decir mínimos- quienes no temían quedar “escrachados en la quiebra y por consiguiente responder patrimonialmente”. Las futuras generaciones les rendirán tributo a estos Socios de Honor. También -pide especialmente, porque lo considera como el principalísimo factor, le aporte de los empleados que han dado lo suyo, y fue mucho, y lo continúan haciendo. “Por estos días la razón de nuestra acción es consolidar la sustentabilidad del positivo progreso con la mentalidad en cumplir con creces el objetivo social, con herramientas anímicas como las que hubiesen tenido los socios fundadores. Ya ningún Club se sustenta como nosotros de la cuota societaria, más cuando la conducción multideportiva es una carrera universitaria y hay competencias directas con comercios específicos de servicios como los gimnasios, los spa, entre otros” aclara, que al hablar de herramientas anímicas, destaca al Ingeniero Roberto Piazza, a la Arquitecta Adriana Kerzoli, al Licenciado Gerardo Otero, al Estudiante Bruno Bonota y al Licenciado Federico Malfetano, quienes fueron artífices tras la caída del polideportivo en su reconstrucción en un tiempo celerísimo que implicó un compromiso inusual y no perder usuarios de actividades que allí se desarrollan, y nos lo propusimos y se logró”. No continuará al frente del Club, porque no obstante creer cumplida su misión, el estatuto reformado durante su presidencia por un grupo de caracterizados socios no permite reelecciones indefinidas de la dupla conductiva, pero está comprometido a ayudar desde donde sea. Lo exaspera el derroche de oportunidades perdidas, que vienen atraídas por el sello que representa la institución, y que pudieron ser una fuente de ingresos importantísima para las arcas, y por consiguiente, para engrandecimiento del Club, la ciudad de La Plata y la Región. Cree fervientemente que el Club debe continuar con sus actividades Paraestatales que a su vez hacen que por su relevancia social y económica, sea un ente de atracción turística para la Ciudad y la Región “Haber postergado mi vida social, la de mi familia, como el trabajo particular de mi estudio, vacaciones, haber aportado dinero que el Club no disponía, por ejemplo, para poder iniciar una temporada, o hacer nuevo el techo de un quincho, tiene una vocación inequívoca de servir, lo que hice fue por una absoluta convicción de construir; y es el contraste del fatídico diciembre de 2001 con los menos de dos mil socios que abonaban la cuota social, a los cerca de cinco mil actuales, sin contabilizar los socios vitalicios, los usuarios ni los visitantes, implican un balance alentador”. “A circunstancias extraordinarias, decisiones y esfuerzos extraordinarios. No es fácil y menos para débiles, a veces uno se ha sentido superado, nada ha sido simple”. Ese contraste ayuda a comprender el universo de transformaciones que sufrió la institución sin afectar su espíritu social, amateur y multideportivo, sin por ello renunciar a varios logros deportivos alcanzados. Así como la precariedad puede fortalecer y resultar irreversible con un futuro sin mañana, este proceso de perfeccionamiento que nos ha hecho un halo de luz en el paradigma que otros clubes tienen muy en cuenta, dando todo lo que se tuvo, puede hacernos pegar el gran salto, para permitirnos ser competitivos, mantener la gobernabilidad -ante dudas, por la gran planta de empleados que tenemos-, buscando mejor rendimiento ante nuevos desafíos, y robustecer nuestra identidad amateur, estando en el primer nivel y captando la atención. Este es un Club particular, que crece al paso de los libres, porque nunca volveremos a ser esclavos de ningún plazo, si damos el salto significativo, sólo si seguimos trabajando con una agenda que comprenda evaluaciones, más allá de la rutina diaria, con metas y que sean quinquenales, construyendo capacidades y que las fortalezas integren la detección de oportunidades sin que un obstáculo circunstancial sea nada más que un desaliento, sin que atente contra la irrupción de un plan o etapa, que siempre surge de una simple idea o sueño y hay que continuar.” En estos años hemos pasado muchas amarguras y presiones, pero nos hemos decidido a preservar unívocamente al Club y a las Fuentes de Trabajo. No se ha reducido al personal ni aun en la peor situación del Club, porque no hemos concebido a la institución como una empresa con fines de lucro como la trata tributariamente el Estado debiéndose realizar cambios en la legislación, y sobre todo impositivos, pues coadyuva con la actividad pública prestando al Estado servicios que éste no puede brindar, siendo un ente de naturaleza social. Para nosotros es importante el trabajo en equipo, el compromiso, el enfoque en los resultados, la iniciativa y por sobre todo el entusiasmo. Valoramos las habilidades, de los entrenadores, de los socios y de los empleados, como así el trabajo y las competencias de quienes integran las subcomisiones, una calidad que hace a los platenses tener una virtud, porque con su participación contribuyen a mejorar a la comunidad y mantener alta la autoestima que es el primer requisito para actuar.
Ricardo José Ferrer
Presidente del Club Universitario de La Plata
Período 2001/2008
Ejercicio n 71 -1 de Mayo de 2007 al 30 de Abril de 2008-
Club Universitario de La Plata: semblanza de un presidente a toda velocidad
Su objetivo es el sueño de persistir y crecer, claro que hoy resulta creíble a diferencia del abismo de 2001. “Lo logramos” no se cansa de pronunciar, “sigue existiendo el Club Universitario de La Plata, y con todas sus sedes y aun con más actividades. Ya nadie se plantea enajenar nada. Hay aires de oportunidades, una percepción de que nos apalancamos en el crecimiento” aclara el presidente, Ricardo José Ferrer, respirando satisfecho. En su Estudio Jurídico –pocas veces ha utilizado los despachos del Club- se lucen fotografías de la entrega del gobernador Allende de las tierras de Manuel B. Gonnet, que eran del Swift Golf en las que se lo ve como el más pequeño acompañando a las autoridades que recibían las tierras. Uno, mientras percibe “Club Universitario” en cada rincón de ese estudio jurídico de más de sesenta años. Si este presente que tiene la función de conducción de aquella institución que se ampliaba con otros horizontes de algún modo fue un legado mágico de la mística de los fundadores de aquella entidad que se ampliaba a fines de los años cincuenta con otros horizontes, de algún modo fue un legado mágico de la mística de los fundadores, será para reflexionar en otra ocasión, pero que existe una conexión entre sus objetivos es indudable. Mística que destila motivaciones infinitas y que este hombre destila rutilantemente. Aquellos pioneros argentinos y platenses –Juan Sábato que fue el primer presidente de la entidad y fue el hermano de Ernesto- con seguridad se hubiesen sentido tan anchos y orgullosos de la entrega de este hombre, que refundó el Club, en una importante tarea, similar a la de aquellos humildes y pobres, y recién egresados de la Facultad de ingeniería de la UNLP, que como no tenían acceso al aristocrático de ese entonces que representaba el Jockey Club, crearon un espacio que hoy día, sin fútbol, es una de las entidades más prestigiosas de la Argentina. Su padre lo asoció durante su infancia, cerca de los diez u once años recuerda. Luego al emplazarse las piletas fue de los primeros ayudantes de guardavidas pese a su corta edad, por lo que sin dudas creció y pasó su adolescencia en la entidad de la que vivía cerca; enumera que practicó atletismo, natación, rugby y water polo. Se dispone que el club de su vida y la de sus hijos y su familia, como amigos, continúe a la vanguardia, tal el ideario de Tomás Ide –tutor Néstor Raúl Picado, padre de su esposa, oriundo de Bahía Blanca, en sus tiempos de estudiante en la UNLP, que luego como diputado provincial promovió la cesión al Club de las tierras-, dado que antes funcionaba en la actual Sede Social y Cultural de calle 46 y en el Campo de Deportes del Colegio Nacional. El propósito es que se honre el estatuto y el objetivo social del club multideportivo, con actividades sociales y culturales. Transcurrieron casi ocho años desde aquel duro diciembre de 2001, que inmovilizó a toda la Argentina y alarmó al mundo, que la vio casi implosionar. El Club estaba al borde de la quiebra y desaparición, deudas, balance desaprobado y menos de dos mil socios que pagaban la cuota social. “Eran muchos clubes en un mismo predio, porque entre las distintas disciplinas no había lazos tampoco, que es uno de los principales logros actuales para avanzar unidos, me gusta citar al Martín Fierro para decir que si los hermanos no están unidos se los devoran los de afuera”. Después encima vino el 4 a 1 que se amesetó en un 3 a 1 y continuó la inflación. “El arco lo corren permanentemente –destaca un hombre de antaño como Isidoro Alarcia, citado por Ferrer” de quien dice que tiene la sangre negra y blanca. “Cuando era presidente electo –era latente un proceso de liquidación, la sociedad platense toda lo hablaba en las reuniones sociales- le prometió a su madre no deshonrar la cuna, que seguiría vivo el sueño de quienes como su padre, que fue fundador del Club, que paradójicamente adquirió una sede del Jockey –durante el período conducido por el Dr. Luis Folino-. Y no estaría entre los que bajen la persiana que entonces tenía poca luz, la historia no iba a quedar como que mi padre lo abrió y su hijo lo cerraba”. El Club actualmente está institucionalizado y con gran esfuerzo, dado el antecedente mediato del Jockey, de pié y con miras al porvenir. Hace dos años fue propuesto por los “grandes de la ciudad” –Clubes como Gimnasia, Estudiantes, entre otros- para conducir la Federación de Instituciones Culturales y Deportivas de la región, justamente por su motivada visión de las Instituciones en el Siglo XXI, agrandándose frente a la tendencia de ajuste que hizo desaparecer a muchas o entrar en profundas crisis, tales como Racing, en el entendimiento que los fines societarios que son paraestatales, puesto que el deporte reúne a la familia y su convivencia armónica. La Plata será dentro de poco a su sazón –el proyecto ya cuenta con media sanción legislativa- la “Capital Provincial del Rugby, donde se disputará anualmente la Copa Dardo Rocha en el Estadio Único, organizado por la URBA y las cinco instituciones del deporte local”. Recuerda que se ha sentado para defender y regularizar al Club Universitario y ha ayudado a otros clubes a negociar, buscar esperas, en muchos Juzgados y Tribunales, como también en el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires para evitar que generen más deudas. “Ha recibido todo el apoyo de los Socios, que acompañaron con destreza, valentía e imaginación a las Comisiones Directivas que Presidió, tuvo siempre sus plazas ocupadas por valientes, sin perjuicio de ser pocos –por decir mínimos- quienes no temían quedar “escrachados en la quiebra y por consiguiente responder patrimonialmente”. Las futuras generaciones les rendirán tributo a estos Socios de Honor. También -pide especialmente, porque lo considera como el principalísimo factor, le aporte de los empleados que han dado lo suyo, y fue mucho, y lo continúan haciendo. “Por estos días la razón de nuestra acción es consolidar la sustentabilidad del positivo progreso con la mentalidad en cumplir con creces el objetivo social, con herramientas anímicas como las que hubiesen tenido los socios fundadores. Ya ningún Club se sustenta como nosotros de la cuota societaria, más cuando la conducción multideportiva es una carrera universitaria y hay competencias directas con comercios específicos de servicios como los gimnasios, los spa, entre otros” aclara, que al hablar de herramientas anímicas, destaca al Ingeniero Roberto Piazza, a la Arquitecta Adriana Kerzoli, al Licenciado Gerardo Otero, al Estudiante Bruno Bonota y al Licenciado Federico Malfetano, quienes fueron artífices tras la caída del polideportivo en su reconstrucción en un tiempo celerísimo que implicó un compromiso inusual y no perder usuarios de actividades que allí se desarrollan, y nos lo propusimos y se logró”. No continuará al frente del Club, porque no obstante creer cumplida su misión, el estatuto reformado durante su presidencia por un grupo de caracterizados socios no permite reelecciones indefinidas de la dupla conductiva, pero está comprometido a ayudar desde donde sea. Lo exaspera el derroche de oportunidades perdidas, que vienen atraídas por el sello que representa la institución, y que pudieron ser una fuente de ingresos importantísima para las arcas, y por consiguiente, para engrandecimiento del Club, la ciudad de La Plata y la Región. Cree fervientemente que el Club debe continuar con sus actividades Paraestatales que a su vez hacen que por su relevancia social y económica, sea un ente de atracción turística para la Ciudad y la Región “Haber postergado mi vida social, la de mi familia, como el trabajo particular de mi estudio, vacaciones, haber aportado dinero que el Club no disponía, por ejemplo, para poder iniciar una temporada, o hacer nuevo el techo de un quincho, tiene una vocación inequívoca de servir, lo que hice fue por una absoluta convicción de construir; y es el contraste del fatídico diciembre de 2001 con los menos de dos mil socios que abonaban la cuota social, a los cerca de cinco mil actuales, sin contabilizar los socios vitalicios, los usuarios ni los visitantes, implican un balance alentador”. “A circunstancias extraordinarias, decisiones y esfuerzos extraordinarios. No es fácil y menos para débiles, a veces uno se ha sentido superado, nada ha sido simple”. Ese contraste ayuda a comprender el universo de transformaciones que sufrió la institución sin afectar su espíritu social, amateur y multideportivo, sin por ello renunciar a varios logros deportivos alcanzados. Así como la precariedad puede fortalecer y resultar irreversible con un futuro sin mañana, este proceso de perfeccionamiento que nos ha hecho un halo de luz en el paradigma que otros clubes tienen muy en cuenta, dando todo lo que se tuvo, puede hacernos pegar el gran salto, para permitirnos ser competitivos, mantener la gobernabilidad -ante dudas, por la gran planta de empleados que tenemos-, buscando mejor rendimiento ante nuevos desafíos, y robustecer nuestra identidad amateur, estando en el primer nivel y captando la atención. Este es un Club particular, que crece al paso de los libres, porque nunca volveremos a ser esclavos de ningún plazo, si damos el salto significativo, sólo si seguimos trabajando con una agenda que comprenda evaluaciones, más allá de la rutina diaria, con metas y que sean quinquenales, construyendo capacidades y que las fortalezas integren la detección de oportunidades sin que un obstáculo circunstancial sea nada más que un desaliento, sin que atente contra la irrupción de un plan o etapa, que siempre surge de una simple idea o sueño y hay que continuar.” En estos años hemos pasado muchas amarguras y presiones, pero nos hemos decidido a preservar unívocamente al Club y a las Fuentes de Trabajo. No se ha reducido al personal ni aun en la peor situación del Club, porque no hemos concebido a la institución como una empresa con fines de lucro como la trata tributariamente el Estado debiéndose realizar cambios en la legislación, y sobre todo impositivos, pues coadyuva con la actividad pública prestando al Estado servicios que éste no puede brindar, siendo un ente de naturaleza social. Para nosotros es importante el trabajo en equipo, el compromiso, el enfoque en los resultados, la iniciativa y por sobre todo el entusiasmo. Valoramos las habilidades, de los entrenadores, de los socios y de los empleados, como así el trabajo y las competencias de quienes integran las subcomisiones, una calidad que hace a los platenses tener una virtud, porque con su participación contribuyen a mejorar a la comunidad y mantener alta la autoestima que es el primer requisito para actuar.
Ricardo José Ferrer
Presidente del Club Universitario de La Plata
Período 2001/2008
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