18 de septiembre de 2009

Se busca Presidente para el año 2011

La única manera que los malos no triunfen es que los buenos no los dejen ganar.
*Por Ricardo José Ferrer


Argentina debe buscar Presidente por otras formas. Los Argentinos somos líderes en creatividad. Por consiguiente, si los Argentinos seguimos así no tenemos futuro. Por lo tanto se me ocure proponer, que através de una solicitada a nivel nacional pida que algún argentino -con conocimiento de todo lo que nos pasó, y, nos está pasando- se ofrezca como Presidente para comenzar con el cambio. El pedido debería publicarse en todos los medios, así escritos, radiales y televisivos. Los oferentes deben informar, en forma clara, sus antecedentes y trayectoria, y donde puede ser comprobado, esto es a los efectos de evitar que alguno de los políticos repetidos se pueda inmiscuir, y seamos victimas nuevamente de otro engaño. No les podemos dar más oportunidades a los que nos han y están enterrando. Tenemos que cuidarnos de los que mutan, que nos quieran hacer creer que han cambiado, pues sus discursos, ricos en dialéctica, nos pueden encaminar a otro grave error. Sabemos que un mismo partido nos gobernó en los últimos 20 años, y ocurrió que ese partido se fue remozando con nuevos candidatos, y les creímos; pero el actuar de éstos con sus actos de gobierno y/o legislativos, nos demostró que hicieron otra cosa de lo que decían y prometían.

El porque de esta propuesta:
Debo decir con la intención de activar la memoria que, cien años atrás el mundo veía a la Argentina como el país latinoamericano con mayor proyección internacional. El único que por el nivel educativo podía llegar a competir con los grandes
Hoy la Argentina es el fiasco más dramático del continente. Hecho que demuestra, que no son solamente las personas instruidas las que generan el progreso y desarrollo de una nación, sino que el sistema empleado para lograr su avance económico es tanto o más importante que la erudición de sus habitantes. Los europeos bajo el dominio comunista no eran tontos ni ignorantes, pero eran despiadadamente pobres.
Si bien las naciones con elevado nivel instructivo y ético suelen llegar a ser más exitosas que las que carecen de esos atributos, ocurre también que el trabajo es mejor remunerado y los impuestos mejor distribuidos. Son sociedades donde hay seguridad jurídica, libertad, salud, poder de policía contra la delicuencia, trabajo y educación. No cortan calles, ni rutas, hay protestas sin perjudicar al trabajador, al profesional, al transeúnte. Y lo más importante el gobierno no se inmiscuye en los negocios de las personas.
Los gobernantes no sólo eligieron el camino económico equivocado, sino que carecen de principios éticos. Se dejaron llevar por el ego que da el poder y el dinero, pisoteando los valores que hacen a una sociedad decente. Con este medio someten a la población en la forma más vil conocida. La Argentina para reencauzarse, necesita por lo menos 20 años continuos de coherencia política y económica, sin sobresaltos, y por supuesto bajo el imperio de la ley.
Con los actuales gobernantes y con el fantasma del peronismo, la misión es imposible. A Perón no terminan de enterrarlo, y cuando se vive en el pasado no hay lugar para al futuro. Las tácticas del manejo gubernamental obedecen a un caudillismo hereditario de la más rancia estirpe. No se dan cuenta que mejorando su vida mejoran las de todos. A los gobernantes los elegimos entre todos, y al triunfador lo adoptamos temporalmente. Podemos compararlos como un buen padre o madre de familia. Estos trabajan para que su familia sea la mejor. Los Gobernantes deberían tener el mismo accionar. Y no transformarse en un padre o madre –gobernante- violador.
La Presidente (y no Presidenta como se hace llamar) accedió a ese cargo sin brindar ninguna entrevista periodística ni tampoco a ningún debate con sus adversarios. Simplemente se sentó en el sillón de Rivadavia para hacer gala de sus trajecitos de diseñadores famosos. Nunca usó un vestido dos veces. Desde enero a la fecha su popularidad declinó del 56 al 19 por ciento. La señora Presidente no tiene un solo mérito o virtud, ni capacidad alguna para manejar un país. Su parodia de Evita, saca a relucir su agresivo estilo de piquetera populista cada vez que pronuncia una palabra. Si además es cierto que es maníaca depresiva y bipolar, puede llevar al país a una hecatombe peor a todas de las que sufrió el pueblo argentino.
La Presidente llegó al poder repartiendo dinero enviado de Venezuela por el buen amigo Hugo Chávez, y aprovechando de la maquinaria gubernamental manipulada por su marido. Está rodeada de individuos siniestros, ahora convertidos en cleptómanos burgueses socialistas, que se hacen llamar progresistas. Desde que inició su mandato no hizo nada positivo, ni podrá hacerlo. Sigue extorsionando a una parte de los que mantienen a flote el país, los productores agropecuarios, y también a otros que no pueden hacerse oír.

En casi dos siglos la Argentina no ha logrado convertirse en exportador significativo de ningún artículo con alto valor agregado.
Gracias a los descarados e incompetentes gobernantes, que tuvo y tiene la Argentina, continúa dependiendo del campo.
Los optimistas que hace 40 años quisieron crear una industria o comercio respetable, se encuentran hoy en peor situación económica que cuando empezaron.
Los guarismos señalan que el 26,9 por ciento de la población vive debajo del nivel de la pobreza. De acuerdo al Índice de Libertad Económica, Argentina se encuentra en el puesto 108 entre 157 países; Chile está en el número 8; Uruguay en el 40 y Perú en el 55. Entre 150 naciones la banca argentina ocupa el sitio 149. La Argentina es el Tercer Mundo con gente bien vestida y rostro bonito.
Ejemplificativamente:
- Las calles porteñas están llenas de basura -se asemejan con todo respeto, pues padecen nuestros mismos problemas- a algunas urbes africanas.
- Las villas miserias se expandieron hacia el centro.
- La criminalidad y la falta de seguridad están enraizadas.
- La contaminación ambiental es asfixiante.
- La burocracia es insufrible.
- La corrupción es insostenible.
-Los servicios son pésimos.
-La lista sigue, es muy larga.

En el último medio siglo el País prácticamente no se modernizó. Cualquier ciudad latinoamericana muestra comparativamente un mayor desarrollo.
La Argentina desapareció del mapa internacional por completo. Los únicos países de América Latina que cuentan en el mundo son Brasil y México, a quienes los argentinos miraban desde arriba. Chile, Perú y Uruguay se encaminan hacia un futuro promisorio.

Argentinos de seguir así no tenemos futuro…

¿Que nos pasa a los argentinos?

*Por Ricardo José Ferrer

Los argentinos a mi entender sufrimos de una profunda anomia. Nos auto ninguneamos. Valoramos lo que no hay que valorar. Nos gusta sacar provecho de lo que sea, no nos importamos. Actuamos individualmente, buscamos lograr cualquier ventaja, cualquiera sea ella, en la creencia de que algo ganamos. A los argentinos también les gusta hacerse las victimas ya que creen que al dar lástima sacan algún beneficio, alguna ventaja, por mínima que sea. Estas conductas se pueden observar cotidianamente. A mi entender lo que ocurre en esta argentina de hoy es que no hay ejemplos buenos para seguir, como tampoco conductas que lleven consigo el sentido común de las cosas.


Del gobierno ni hablar, lo podemos nominar caprichito. Que no es otra cosa que ser irracional...


De la mayoría de los legisladores, debo decir con gran amargura y pesadumbre, que no saben para que están, aunque muchos de ellos creen, tristemente, que son actores de televisión, de radio o de los medios escritos. La conducta de ellos, en su gran mayoría es la obsecuencia. Estas son las actitudes que restan y, resaltan. Por ejemplo: un proyecto de ley que envía el ejecutivo hay que convertirlo en ley si o si; ahora bien, si se les pregunta de que se trata, exteriorizan cualquier perogrullada. Si saben que hay que cumplir con lo que pide el manda más sin cargo. Para los que usamos parte del tiempo analizando los hechos y conductas que nos circundan, sabemos que la irracionalidad es la que prima en la argentina de hoy, y también sabemos que nos deterioran cada día un poco más como país, hacia adentro y hacia afuera.


Los gobernadores, ¿alguien los puede entender?, yo diría que cuesta trabajo hacerlo; pero si pensamos un poco, vamos a encontrar la respuesta. Primero la vamos a encontrar en las finanzas de sus provincias, y en segundo término, o concomitantemente, en que son apretados por el jefe referido. Entonces hay que preguntarse ¿porque no lo denuncian a éste o al que así lo hace por éste?, ¡Porque no lo hacen! Para mi el responde está, o en que les damos a estos jefes provinciales una envergadura intelectual que no la tienen; y/o en porque han hecho alguna cosa que no quieren que se sepa y, así se lo han hecho saber... Lo cierto es que el estado, inclusivo de todas las jurisdicciones que la conforman -nación, provincias y municipios-, cada vez decrece más, mientras que otros países lo hacen a la inversa, es decir, se desarrollan cada vez más. Aunque los argentinos somos capaces de discutir el ritmo al que lo hacen esos países...